Mantener la escuela

Todos deberíamos saber, que a menudo las vías más fáciles se equipan tras una importante limpieza de arbustos de la pared o el pie de vía. Es por tanto obvio que, con el tiempo, vuelvan a crecer y cierren el acceso, tapen agarres e incluso cubran los anclajes. Si todos colaboráramos en arrancar lo que empieza a molestar, las vías siempre estarían tan limpias como lo estuvieron el día en que se abrieron.

Igualmente, desbrozar, señalizar senderos y reequipar vías que se están perdiendo debería considerarse trabajo de todos. ¿Por qué no una vez al año hacer algo por el bien común?. Antiguamente, la gente era más solidaria con estas necesidades. Hoy en día me atrevería a decir que los usuarios de las vías se han vuelto más exigentes y egoístas, y actúan con dejadez y excesiva crítica, como si existieran encargados para realizar estas tareas.