Al norte de la población, un extraño afluente, a modo de río subterráneo, hace su aparición, incrementando el caudal del Mijares. El relieve que serpentea este imponente y angosto desfiladero, conocido como el Barranco de La Maimona, añade a la zona, un curioso contraste de líneas y formas, muy diferentes a las del Mijares, con tramos mucho más largos de espectaculares gargantas. (Su nombre está tomado del árabe, por llamarse así la favorita de un jefe moro, llamado Maimón)